La pérdida auditiva en el trabajo

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La pérdida auditiva se encuentra entre los 3 padecimientos más comunes de los adultos mayores, junto con la artritis y los problemas cardiacos. Sin embargo, no es únicamente un problema de la tercera edad, aproximadamente el 7% de los adultos entre los 29 y los 40 años de edad presentan algún grado de pérdida auditiva discapacitante, aumentando a 16% entre los 41 y los 59 años y a 33% entre los 60 y 75 años.

Se conoce como pérdida auditiva discapacitante a aquella que es superior a los 40 dB y que provoca, al que la padece, problemas para entender lo que se le dice, causando grandes dificultades para la comunicación con los demás.

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También se sabe que muchas de las personas que necesitan un auxiliar auditivo no lo tiene, y estas personas que no cuentan con una ayuda para poder escuchar mejor siguen realizando sus labores diarias perdiéndose de mucha información. La pérdida auditiva en el trabajo puede representar un riesgo y una limitante para poder desempeñar las funciones correspondientes de manera adecuada.

Muchas personas creen que el tener un problema de audición puede causarles perder su trabajo o no tener las mismas oportunidades de crecimiento que sus compañeros, sin embargo, y esto va a depender del tipo de trabajo y de cada empresa, el comunicar a los jefes y/o compañeros que se tiene un problema de audición, puede mejorar algunas condiciones para el trabajador. También, el adquirir un aparato auditivo, puede hacer más fácil la comunicación y el desempeño en el día a día.

La tecnología de aparatos auditivos ha avanzado asombrosamente, por lo que en la actualidad, si se comunica al audiólogo las diferentes situaciones a las que nos enfrentamos en el trabajo o la vida diaria, él encontrará la mejor solución a nuestros problemas; ya sea con un auxiliar auditivo con alta reducción de ruido, o que se pueda enlazar a algún accesorio inalámbrico o teléfono, o que nos permita escuchar con mayor claridad en una junta o un auditorio.

También, si decidimos comunicar a nuestros jefes y compañeros sobre nuestro problema de audición, deberemos de ser proactivos en cuestión de las medidas que se deben de tomar para hacer más fácil nuestro trabajo, es decir, nosotros mismos debemos de pedir que, si es que participamos en juntas éstas se hagan con grupos pequeños de personas y en salones bien iluminados y con buena acústica; o bien, si hablamos mucho por teléfono, que nuestro teléfono cumpla con las características necesarias para poder escuchar bien con nuestro auxiliar auditivo, etc.

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Siempre hay una solución, ya sea práctica o de tecnología, que puede hacer que nuestro trabajo no se vea afectado por la sordera súbita. Si tienes entre 30 y 65 años de edad, y sientes que tienes problemas para escuchar, no dudes en acudir a Comaudi, pues podemos asesorarte en lo que necesites.

Por M.C.A. Mariana Mejía Turnbull, audiprotesista de Comaudi.

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