De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) del INEGI, en México las mujeres en edad reproductiva tienen 2 hijos en promedio, experimentando cambios fisiológicos, emocionales, sociales y económicos. Si bien hay muchos factores conocidos popularmente, otros no son tan difundidos y, por ello, no se toman en cuenta como parte de las medidas preventivas durante la gestación.
La salud auditiva durante el embarazo es uno de esos temas que requieren mayor difusión, tanto en el cuidado materno como en la prevención de padecimientos auditivos en el bebé, como consecuencia de la exposición a ruidos excesivos, pero también de una alimentación inadecuada y al consumo de sustancias tóxicas.
La hipoacusia (también conocida como Enfermedad Autoinmune del Oído Interno) es un padecimiento auditivo poco conocido, que afecta a las mujeres gestantes debido a los cambios hormonales que se experimentan en este periodo, y que pueden ocasionar enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunológico ataca a las células sanas del oído, ocasionando pérdida de audición y vértigo.
Aunque esta enfermedad es poco frecuente, puede desarrollarse en mujeres de 20 a 50 años, es decir, durante la edad reproductiva. El principal síntoma que se presenta es la pérdida auditiva de un oído, avanzando rápidamente para presentarse en el siguiente oído.
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Durante la gestación, los cambios abruptos que vive el organismo materno, debido al incremento en la producción de estrógenos y progesterona, pueden provocar que el mismo sistema inmunológico de la madre se ataque y se desarrolle hipoacusia bilateral en el embarazo.
De acuerdo con un estudio epidemiológico realizado en Taiwán, la edad de mayor riesgo para la hipoacusia en mujeres gestantes es de 30 a 39 años, y en el tercer trimestre de gestación es más frecuente. Además del incremento en las hormonas femeninas, la pérdida de la audición se relaciona con mayores niveles de estrés, falta de ejercicio físico y consumo excesivo de alcohol.
El diagnóstico de este padecimiento se realiza con base en el historial clínico, exámenes físicos, pruebas de estudio audiométrico y análisis de sangre; sin embargo, no hay una prueba específica de la hipoacusia en el embarazo. Una vez que se ha confirmado el diagnóstico, es necesario que se trate lo antes posible, ya que podría producirse un daño irreversible en menos de tres meses.
La hipoacusia en el embarazo
Las mujeres embarazadas deben contar con un tratamiento especializado por su misma condición, que impide las inyecciones de fármacos como los esteroides. Por ello, es importante informarle al médico que se encuentra en periodo de gestación para que le brinde la atención recomendada.
El tratamiento se brinda con base en el grado de pérdida que se presenta; en los casos leves se prescriben soluciones para el oído, mientras que las más severas requieren el uso de aparatos auditivos.
Cuidar la salud durante el embarazo es indispensable para prevenir complicaciones durante el parto y el puerperio. Si estás embarazada y sientes que tu audición ha disminuido, ponte en contacto con tu médico lo antes posible y solicita una audiometría con nosotros para actuar antes de que se presente alguna consecuencia que te afecte a largo plazo.
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