¿Qué es la pérdida auditiva?

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La pérdida auditiva o pérdida de audición se debe al mal funcionamiento de una de las partes del oído: externo, medio o interno, incluso a una afectación combinada de estos. Se trata de un concepto amplio que abarca diferentes niveles de pérdida auditiva o hipoacusia como también se le conoce, hasta llegar a la anacusia, que es la pérdida total de la audición.

El deterioro auditivo se origina a una serie de factores tanto ambientales, fisiológicos, crónicos, genéticos y hasta debido a un trauma que dañe alguno de los órganos internos del oído.

 

Tipos de pérdida auditiva

Existen 4 tipos principales de pérdida auditiva:

  • Conductiva
  • Neurosensorial
  • Mixta
  • Neuropatía auditiva

Pérdida auditiva conductiva

En la pérdida de audición conductiva se ve afectado el oído externo o medio, es decir el canal auditivo, tímpano y los tres huesecillos unidos a este: yunque estribo y martillo. Se debe en la mayoría de las ocasiones de alguna obstrucción para que el sonido llegue al oído interno.

Regularmente este padecimiento es temporal pues puede ser manejado con medicamentos por ejemplo para desinflamar el conducto auditivo o tímpano o una cirugía menor para retirar la obstrucción.

 

Pérdida auditiva neurosensorial

También conocido como pérdida auditiva sensorial, los órganos dañados en este caso son la cóclea y más específico, las células ciliadas dentro de ella. 

Las causas pueden ser muy variadas desde herencia genética, si la madre padeció rubéola durante el embarazo o bien si la persona se contagió de meningitis o esclerosis pueden ser un factor que detone la pérdida auditiva. 

Sin embargo, la razón más habitual es el envejecimiento pues a lo largo de nuestra vida se van desgastando y perdiendo las células ciliadas.

 

Pérdida auditiva mixta

La pérdida auditiva mixta es la combinación de las dos anteriores, conductiva y neurosensorial en el mismo oído. El tratamiento dependerá de la gravedad del daño en el órgano auditivo.

 

Neuropatía auditiva

La neuropatía auditiva se debe a un mal funcionamiento del nervio auditivo, es decir del órgano encargado de enviar las señales eléctricas al cerebro para ser procesadas e interpretadas como sonido. Se trata de alteraciones usualmente de origen genético o de un trauma en el momento del nacimiento. Su tratamiento es más complejo y en pocas ocasiones el padecimiento es reversible.

También existe el trastorno central de la percepción auditiva, en el cual el funcionamiento del oído a todos sus niveles es normal pero el cerebro es incapaz de distinguir y procesar los sonidos. No siempre se considera un tipo de pérdida auditiva pues en este caso es el cerebro quien presenta una deficiencia asociada a una alteración genética o bien a un trauma en el nacimiento.

Grados de pérdida auditiva

La pérdida de la audición también se puede clasificar según el grado de percepción de los sonidos medidos por decibeles. Se clasifican 5 grados: normal, leve, moderada, severa y profunda. 

  • Se considera una audición normal, cuando se detectan sonidos de menos de 10 decibeles, es decir sonidos como el canto de las aves son fácilmente percibidos.
  • Una pérdida auditiva leve se produce cuando se detecta el sonido hasta que llega a los 20 decibeles. Una persona con este nivel de pérdida de audición le cuesta trabajo escuchar pláticas en lugares concurridos y no es capaz de percibir susurros.
  • Una pérdida moderada en la capacidad auditiva sólo registra los sonidos cuando llegan a los 40 decibeles. A estas personas les es imposible detectar los sonidos cuando una persona habla a nivel normal. 
  • Una pérdida auditiva grave o severa se presenta cuando no se detectan sonidos que estén por debajo de los 70 decibeles. En este caso sólo se escuchan a las personas si gritan y los sonidos comunes son percibidos sólo como vibraciones pero no les otorgan un significado.
  • Las personas con pérdida auditiva profunda sólo detectan sonidos muy fuertes como motores de maquinaria o juegos pirotécnicos. Su audición sólo percibe de los 95 decibeles en adelante lo cual provoca serios problemas para desarrollar el lenguaje.

Síntomas de la pérdida auditiva

Síntomas de la pérdida auditiva

La pérdida auditiva en muchas ocasiones puede pasar desapercibida sobre todo para quien la padece. Pero existen algunas señales que nos pueden indicar alguna alteración en nuestra capacidad auditiva o de alguna persona con quien convivimos.

  • El síntoma más común de la pérdida auditiva es la dificultad para escuchar con claridad las palabras en una conversación. En varias ocasiones se pide repetir las palabras o se responde de forma incorrecta a las preguntas.
  • Una señal de alerta es no poder entender la conversación si no se ve directamente a la persona, se puede recurrir a leer los labios y las expresiones de la persona para entender sus palabras.
  • Cuando se sufre de pérdida auditiva, se dificulta escuchar y entender una conversación en entornos con mucho ruido como fiestas, restaurantes o congestionamientos viales.
  • Es difícil escuchar a una persona cuando habla desde atrás, desde lejos o estando en una habitación diferente, es un indicador de un grado de pérdida auditiva.
  • Dejar de detectar sonidos habituales como el canto de los pájaros o el sonido del reloj es un síntoma de pérdida auditiva. También es común percibir como si las personas hablaran en voz baja, incluso como si susurraran.
  • Se debe subir el volumen de la tele o radio para poder escucharlos. Por lo regular, quien padece la pérdida auditiva no se percata pero las personas que conviven con ella piden bajar el volumen. 

Causas de la pérdida auditiva

Las causas de la pérdida auditiva son esencialmente el envejecimiento y la exposición a ruidos muy fuertes de forma constante y prolongada  También puede aparecer debido a lesiones o enfermedades que dañen alguna de las partes del oído.

La pérdida de la capacidad auditiva con el paso del tiempo es normal y se le conoce como presbiacusia. Las células ciliadas sufren un desgaste progresivo a lo largo de los años y sus síntomas por lo regular se detectan a partir de los 50 años.

También la exposición constante a ruidos muy fuertes como maquinaria o escuchar música con un volumen alto, especialmente con audífonos, desgasta los órganos internos del oído.

Aunque no tan comunes, complicaciones con enfermedades como la meningitis o esclerosis pueden derivar en algún grado de pérdida auditiva. Los traumas en la cabeza o directamente en el oído también son causa de este padecimiento.

 

Nueva causa de la pérdida de audición con la edad

Investigadores de la Universidad de Florida y la Universidad de Wisconsin han descubierto que la proteína Nak puede ser en parte responsable de hasta el 50% de la perdida de audición en adultos mayores de 65 años.

Los millones de diminutas células ciliadas que hay en el oído interno nos permiten oír. La relación de la pérdida de audición con la edad implica que algunas de estas células ciliadas, los nervios y la membrana celular se mueren. Debido a que las células nerviosas y ciliadas no se regeneran en el ser humano, su muerte tiene como consecuencia una posible pérdida de audición permanente.

Control de ruido Investigadores de los Estados Unidos acaban de descubrir, con la ayuda de experimentos en ratones, que estas células ciliadas sensoriales pueden llegar a morir si la denominada membrana mitocondrial, que protege a estas células, se destruye.

Esto puede ocurrir si existe una concentración demasiado alta de proteína Bak. En estos casos, las proteínas buscan el modo de salir de la célula y pueden romperla, provocando la muerte celular. La proteína Bak suele inducirla el exceso de agentes oxidantes, cuyos niveles aumentan con la edad.

“Por tanto, si el exceso de oxidantes desencadena daños y la muerte de las células relacionadas con la audición, aumentar las defensas antioxidantes de la mitocondria debería reducir dichos daños”, explica el investigador posdoctoral Jinze Xu, uno de los científicos del estudio.

Los experimentos muestran que los ratones más mayores que carecían de proteína Bak tenían la misma audición que los ratones más jóvenes.

Se estima que tan solo en los Estados Unidos más de 28 millones de norteamericanos padecerán esta afección en 2030.

Fuente de info: Hear-it.org – Nueva causa de la pérdida de audición relacionada con la edad, dic 2010.

¿Cómo se diagnostica la pérdida auditiva?

Cómo se diagnostica la pérdida auditiva

El diagnóstico de la pérdida auditiva puede realizar mediante una variedad de estudios pero que deben incluir la evaluación de los siguientes aspectos:

  • Entrevista con el paciente, donde el especialista debe saber si se tienen antecedentes familiares, se ha sufrido de un percance que comprometa la audición y cómo se perciben los sonidos.
  • Luego deberá seguir el examen físico donde se examina el conducto auditivo con un instrumento llamado otoscopio.
  • El siguiente paso serán las pruebas de la capacidad auditiva o audiometría. Dependiendo de los síntomas del paciente pueden variar.

Después  de revisar tus oídos y el canal auditivo, el especialista debe realizar un estudio de audición completo, con el cual podrá diagnosticar la audición del paciente y el tipo de pérdida auditiva en caso de que existiera.

El estudio de audición consta de:

  • Audiometría tonal: Evalúa la capacidad de oír diferentes sonidos.
  • Vía aérea.
  • Vía ósea.
  • Logoaudiometria: Evalúa la comprensión del lenguaje.
  • Timpanometria: Evalúa el estado del oído medio y la movilidad del tímpano.

Posteriormente cuando se tienen los resultados del estudio con la información completa, el audioprotesista explicará el tipo de tratamiento que se debe recibir y hará las recomendaciones necesarias al paciente en caso de ser candidato para el uso de aparatos auditivos.

 

Tono mosquito, prueba para detectar tu nivel de audición

La pérdida de audición no tratada puede generar problemas físicos, psicológicos y sociales.  Si sospechas que un ser querido tiene una pérdida auditiva, no dudes en atenderlo pronto y ayudarle a vivir una vida mejor.

Un estudio de audición es muy importante para la valoración en el paciente ya que se toma como base para definir si es candidato para el uso de aparatos auditivos y también para descartar otro tipo de problemas más serios.

Por mucho que nos cuidemos, el paso de los años hace sus estragos en el cuerpo y el oído no es una excepción. Si quieres comprobar qué tan joven se mantiene este sentido en ti, te retamos a escuchar el “tono mosquito”.

 

¿Qué es el tono mosquito?

Desarrollado por Howard Stapleton en 2005 bajo el nombre “The mosquito”, se trata de un invento que utiliza ondas de alta frecuencia que sólo pueden ser escuchadas por niños y jóvenes menores de 30 años.

En principio, fue diseñado como un dispositivo de seguridad para disuadir la presencia de vándalos fuera de las tiendas de Gran Bretaña, pues su emisión sonora parecida a un zumbido resulta molesta a los oídos de jóvenes criminales. No obstante, al ser tachada como una medida discriminatoria por parte de la asamblea del Consejo de Europa, pronto se le encontraron nuevos usos, por lo que desde un año después de su comercialización surgió como un tono de celular que, hasta el día de hoy, podemos descargar desde nuestros dispositivos móviles.

 

¿Cómo funciona?

Se trata de una emisión de alta frecuencia que se vale del fenómeno de presbiacusia (pérdida gradual del oído al ir envejeciendo) para hacerse notar sólo en grupos de menor edad sin ser percibida por los adultos.

Así, el también llamado “mosquitone” genera un sonido superior a los 17 mil Hertz (Hz), frecuencia prácticamente inaudible para personas mayores de 30 años.

 

¿Por qué los adultos no pueden oírlo?

El oído humano tiene un umbral de audición que va del los 20 a los 20 mil Hz, con lo cual puede percibir sonidos graves y agudos, sin embargo, de manera natural esta capacidad se va desgastando con el paso de los años, por lo que es común que ciertas frecuencias sean inaudibles con la edad. A continuación, te mostramos una tabla de referencia:

AUDICIÓN DE FRECUENCIAS ALTAS POR RANGO DE EDAD

 

Edad

Número de Hz audibles

Niños y bebés

20 000

Hasta 24 años

18 000

Hasta 30 años

16 000

Hasta 40 años

15 000

Hasta 50 años

12 000

Cabe destacar que estos números pueden variar de persona a persona y según la salud auditiva que tengan, pues existen casos en los que incluso jóvenes de 18 años o menos escuchan sólo hasta los 13 o 14 mil Hz.

Si quieres saber en qué estado se encuentran tus oídos, te invitamos a darle play al siguiente video y comprobarlo, aunque recuerda que esto no es una prueba profesional y que, si notas que tienes problemas para escuchar, lo mejor es que acudas con un especialista.

Tratamientos para la pérdida auditiva

Lo primero que debes hacer es visitar a un médico o a un especialista en audición, el cual te podrá orientar acerca del problema que se está presentando.

Algunos tipos de pérdida auditiva, pueden tratarse con operaciones o tratamientos médicos. En la mayoría de los casos el tratamiento adecuado para pérdidas auditivas es el uso de Aparatos Auditivos, por lo que debe de considerarse esta opción en primer lugar antes de optar por una cirugía. El uso de estos aparatos mejora significativamente la calidad de vida de las personas con discapacidad auditiva. 

Adaptar auxiliares auditivos es más que brindar una opción para que los pacientes escuchen con la mejor calidad de sonido del habla, también implica orientar al paciente hacia la importancia que tiene el “entrenamiento del cerebro para interpretar lo que escucha el oído” (D. Pollack).  

En el caso de los adultos mayores hay cada vez más información relacionada con la importancia de que adicional al uso de prótesis auditivas también se empiece un entrenamiento auditivo con la finalidad de obtener los mayores beneficios tanto en su comunicación como en la parte cognitiva.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) una tercera parte de las personas mayores de 65 años padece pérdida auditiva discapacitante, ya que el funcionamiento del oído se ve afectado con el paso de los años.

Es importante considerar que no siempre se empiezan a usar auxiliares auditivos cuando se detecta una pérdida auditiva, lo que ocasiona que el cerebro no esté recibiendo la suficiente información auditiva y se produzca un deterioro de las habilidades auditivas. Por tal motivo se recomienda identificar la pérdida auditiva lo más tempranamente posible y  empezar la adaptación de auxiliares auditivos para evitar un deterioro mayor.

La terapia auditiva tiene como objetivo el reconocimiento de sonidos, de palabras y frases  para que el paciente recupere su capacidad de comunicación, se ejercitará la atención auditiva, la memoria auditiva, el cierre auditivo, la cognición.  Y de manera alterna con este trabajo  se mejora la velocidad del procesamiento de la información y  la memoria de trabajo.

En una acción colaborativa de audioprótesis y terapia se busca mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y reducir en la medida de lo posible expresiones como solo me pongo los auxiliares en algunas ocasiones  o no quiero usar  los auxiliares porque no encuentro un beneficio real.

Si por alguna razón los aparatos auditivos no resuelven el problema del paciente, existen casos en donde se recomiendan tratamientos médicos o incluso operaciones.

La pérdida de audición no tratada puede generar problemas físicos, psicológicos y sociales.  Si sospechas que un ser querido tiene una sordera súbita, no dudes en atenderlo pronto y ayudarle a vivir una vida mejor.

Por: Mtra. Ana Laura Loyola de la Luz, Dirección Audiología de Comaudi

CED. PROFESIONAL 8374468

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